En España, actualmente, se suele buscar la cobertura de una sociedad de responsabilidad limitada para abordar un proyecto empresarial cualquiera que sea su naturaleza y dimensiones.
Una sociedad de responsabilidad limitada puede dar cobertura a un modelo de gran envergadura, con mucho capital y muchos socios implicados. Sin embargo, en otras ocasiones, puede ser la forma de organizar una actividad de menores dimensiones en la que pocas personas o, incluso, un único socio, emprendedor, aborda un proyecto empresarial o, incluso, se autoemplea. Todos hemos empezado alguna vez, también los empresarios.
Puesta en funcionamiento, la sociedad, como la vida de las personas, tiene sus vicisitudes. Es frecuente que cambie el administrador, que se cambie el domicilio social, o que se amplíe el objeto social para abarcar otros sectores del mercado. En ocasiones entren o salen socios, a veces el proyecto va muy bien y se amplía, con un aumento de capital. Otras veces, interesa restituir aportaciones a los socios. Incluso, puede que el proyecto haya dejado de interesar, en cuyo caso habrá que disolver la sociedad.
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