Las legitimaciones de firmas son una variante de los testimonios. Esta actuación notarial sirve para que el notario emita una diligencia por la que una determinada firma resulta imputable a una persona.
En unas ocasiones la firma se habrá puesto en presencia del notario. Otras veces el notario emitirá un juicio de que la firma corresponde a una persona determinada, mediante cotejo con otros documentos en los que la firma aparece indubitada. Es responsabilidad del notario cerciorarse de esa correspondencia, por la que se rechazarán las firmas dudosas, en todo caso.
Debe tenerse en cuenta que en determinados casos se exige que la firma sea presencial por la instancia en la que el documento va a ser presentado.